Resolución Senasa Nº 1218/2024 - Alerta fitosanitaria en todo el territorio nacional hasta el 21 de junio del año 2026, con respecto a la plaga del picudo rojo de las palmeras.
Las muestras se enviarán al Laboratorio Vegetal del Senasa para su análisis, con el correspondiente informe generado a través del SIMPLA.
Datos para el envío:
- Dirección:Talcahuano 1660, B1640CZT Martínez, provincia de Buenos Aires, departamento de Entomología. •Contacto: Ing. Agr. Marisa Regonat, mregonat@senasa.gob.ar, corporativo #3009, interno 3013, o 011 4222 8013.
Instructivo para la atención de sospechas de presencia de picudo rojo de las palmeras. Edición 2025.
El picudo rojo de la palmera (Rhynchophorus ferrugineus, Coleoptera: Dryophthoridae) es una insecto originario de las regiones tropicales de Asia y la Polinesia. Su propagación a nivel mundial ha sido favorecida principalmente por la exportación continua de palmeras infestadas, lo que ha facilitado su establecimiento en regiones como Oriente Medio, el área mediterránea, las Islas Canarias, el norte de África (Magreb), Japón, China y el Caribe.
Este insecto ataca a más de 40 especies de palmeras de la familia Arecaceae, muchas de las cuales tienen un alto valor económico. Las larvas se desarrollan dentro del estípite, alimentándose de sus tejidos internos sin generar síntomas visibles en las primeras etapas, lo que dificulta su detección temprana. Las hembras ovipositan en heridas del tronco, en la base de los brotes o en zonas donde se han retirado hojas. En condiciones favorables de temperatura, los huevos eclosionan en un plazo de 3 a 5 días. Las larvas penetran el tronco, creando galerías internas y entornos protegidos, sellando el punto de entrada con restos vegetales y secreciones, lo que contribuye aún más a la dificultad de su detección. Una vez alcanzada la madurez, construyen un capullo cilíndrico en la base de una hoja para pupar, completando esta fase en una o dos semanas. Los adultos emergen, permanecen ocultos en el interior del árbol mientras alcanzan la madurez sexual y luego se dispersan en busca de nuevas palmeras huésped. En infestaciones severas, el daño estructural interno puede ahuecar el tronco, comprometiendo la estabilidad de la palmera.
Este procedimiento tiene como objetivo proporcionar lineamientos técnicos a los inspectores del SENASA para la identificación, inspección y vigilancia del picudo rojo en zonas productivas y viveros, con el fin de prevenir su introducción y diseminación.
Su aplicación se limita a áreas donde la plaga aún no ha sido detectada ni se encuentra bajo un plan de contingencia. No obstante, estas áreas podrán redefinirse conforme a la aparición de nuevos focos de infestación en el país.
La metodología empleada como técnica de detección precoz se basa principalmente en la observación sistemática de los síntomas de daño provocados por la plaga. Para llevar a cabo esta actividad de manera efectiva, es fundamental que la persona encargada cuente con conocimientos sólidos sobre las características del insecto y los síntomas de infestación en distintas especies de palmeras hospedantes.
La inspección debe concentrarse especialmente en áreas consideradas de alto riesgo para la introducción de la plaga, tales como nuevas plantaciones de palmeras, trasplantes recientes, viveros y establecimientos de producción de frutos provenientes de palmeras. En estas zonas, se debe realizar un censo e inspección exhaustiva del 100 % de los hospederos.
En regiones donde la plaga aún no está presente, zonas no infestadas, la inspección visual se realizará con una frecuencia cuatrimestral. Es esencial que el inspector sea capaz de identificar correctamente los daños característicos de la plaga, los cuales varían según la especie hospedante y la etapa de la infestación.
En palmeras jóvenes, los síntomas, que no siempre son visibles externamente, incluyen la presencia de orificios circulares u ovalados en los foliolos, cortes en la parte media o apical de las hojas y galerías en el raquis. No obstante, estos daños pueden confundirse con los provocados por roedores, ya que presentan signos similares.
En ejemplares adultos o más añejos, uno de los indicios más notorios es la asimetría en la corona, originada por el colapso de las hojas superiores sobre las inferiores. Este síntoma puede presentarse con o sin la presencia de hojas secas.
Hojas comidas con forma de triángulo.