Systena argentinensis

Sus huevos son ovoides, amarillo pálidos, de 1,04 ± 0,08 mm de largo por 0,47 ± 0,05 mm de ancho. La pupa, exarata, de 5,52 ± 1,26 mm de largo por 1,73 ± 0,36 mm de ancho, de color blanco-amarillenta con tegumento blando.

Larva recién nacida y madura con tegumento blando, setas esparcidas en cada segmento, todas de igual estructura, simples y cortas, insertas en papilas circulares; la cabeza bien diferenciada, tan larga como ancha; antenas rudimentarias, con segmento cónico, corto, sin ocelos. Tórax bien diferenciado, con tres pares de patas cortas, tri-segmentadas; el abdomen con 10 segmentos, sin apéndices ambulatorios; noveno segmento abdominal terminal cónico.

Larva madura de 10 ± 1 mm de largo por 1,30 ± 0,60 mm de ancho máximo; cabeza de 0,33 ± 0,10 mm de ancho. Antena con dos segmentos. Labro más largo que ancho, borde anterior con pequeñas setas; mandíbulas muy esclerosadas, con 4 dientes distales de diferente tamaño, con borde aserrado y un proceso basal a manera de diente romo. Labio no bien diferenciado; en los segmentos abdominales se encuentran pequeñas verrugas látero-dorsales portadoras de dos setas, y lateralmente por detrás de las aberturas espiraculares; posee nueve pares de espiráculos; uno torácico que se abre en el mesotórax y ocho abdominales.

Las larvas recién nacidas son muy activas, buscan la oscuridad, cuando llegan a larvas maduras, se enroscan y se cubren de tierra con una secreción pegajosa, formando una cápsula laxa, dentro de la cual empupan. Al emerger, los adultos buscan las hojas tiernas de las plantas, comiendo el parénquima foliar.