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Ciclo Biológico: Huevo-Ninfa-Adulto
La caracterización e identificación morfológica generalmente requiere la observación de los adultos bajo microscopio:
Ejemplares femeninos adultos: tienen el cuerpo blando, ovalado, cubierto por un polvo blanco ceroso. En el dorso posee depresiones y áreas menos provistas de cera que le dan un aspecto reticulado. Posee filamentos laterales en el borde del cuerpo, siendo los caudales más largos que el resto, de aspecto grueso, forma cónica y una longitud cercana a un tercio del largo del cuerpo. P. calceolariae produce una característica secreción de color rojo intenso al ser presionada.
La cabeza está fusionada al tórax. Las antenas pueden estar reducidas o presentes con 5 a 9 segmentos. Normalmente poseen entre uno y tres (y a veces más) pares de ojos simples, un aparato bucal dispuesto en forma de lazo formado por tres filamentos. Poseen, usualmente, tres pares de patas bien desarrolladas.
Ejemplares masculinos adultos: son diferentes a los ejemplares femeninos y pueden ser ápteros o alados, de cuerpo muy frágil y más alargado que los ejemplares femeninos, con dos largos filamentos cerosos en el ápice caudal.
Es una especie ovípara y la hembra deposita los huevos en masas algodonosas espesas e irregulares en forma y tamaño. Tiende a ser gregario formando colonias compuestas por individuos en diferentes estados de desarrollo.
Los machos del tercer estadio tienen pequeños brotes laterales en las alas, que se vuelven bastante pronunciados en el cuarto estadio. Los machos adultos son insectos diminutos con un par de alas y sin piezas bucales.
El daño producido por Pseudococcus calceolariae ocurre cuando succiona la savia de las plantas, árboles o arbustos, acto en el cual inyectan también toxinas. Del mismo modo, sus deyecciones contienen azúcares (melaza) que son aprovechados por las hormigas y sirven de sustrato para el desarrollo de hongos como fumagina, provocándose una disminución en el valor comercial de la fruta e induciendo la caída de los frutos en épocas de ataques severos.
Las cochinillas pueden dejar cicatrices en las frutas, por ejemplo la alimentación bajo el 'botón' de cítricos produce una marca de necrosada en forma de halo.
Síntomas según la parte de la planta afectada:
Frutos: Decoloración y manchas con melaza y fumagina.
Hojas: Presencia de fumagina.
Ramitas: Se afecta el crecimiento del follaje y en general, hay reducción en el vigor del árbol.