Sinonimia / Otros nombres científicos / Acrónimos
Anguillula arenaria
Tylenchus arenarius
Heterodera arenaria
Meloidogyne arenaria arenaria
Meloidogyne arenaria thamesi
Meloidogyne thamesi
Tipo de plaga
Nemátodos
Taxonomía: Nematodos
  • Meloidogynidae
Condición:
  • Plaga no cuarentenaria reglamentada
Cultivos / Órgano afectado:
  • Oryza sativa: Raíces
Descripción biológica

Hembra: cuerpo piriforme. Región cefálica con un anillo después de la región labial. Estilete ancho y robusto, con la parte cilíndrica ancha, casi tan ancha como los bulbos basales. Esta forma es característica de las hembras de M. arenaria. Largo del estilete 15,4 (14,4-15,8) µm,con bulbos basales redondeados. Desembocadura de la glándula esofágica dorsal a 3,6-4,3 µm debajo del estilete. Patrón perineal circular a oval, con el eje más largo paralelo a la vulva. Arco dorsal bajo, generalmente aplanado en sentido dorso lateral, con estrías lisas, separadas entre si. En algunos individuos se observan estrías que se extienden lateralmente y forman una o dos “alas”, forma que caracteriza a M. arenaria, pero que no debería usarse como carácter diagnóstico, teniendo en cuenta la variabilidad que presenta el patrón perineal de esta especie. Campo lateral no conspicuo, marcado por estrías bifurcadas o quebradas, o numerosas estrías cortas, desordenadas. Distancia entre ambos fasmidios de 28-31 µm.
Macho: vermiforme. Región cefálica baja, en forma de cono truncado, redondeado. Disco labial ancho, con el primer anillo indistinto; ambos forman una sección anterior cuadrangular, separada de los anillos basales (uno a dos) por una fuerte constricción. Estilete fuerte, con bulbos basales redondeados. Campo lateral con cuatro líneas, las externas areoladas. Con uno o dos testículos. Espículas delgadas, con punta bífida. Gubernaculum simple. Fasmidios anteriores o a nivel de la cloaca.
Juveniles del segundo estadio: cuerpo vermiforme, débilmente anillado. Región cefálica en forma de cono truncado en vista lateral, con anillos detrás del disco labial tenuemente separados. Estilete con bulbos basales prominentes. Recto inflado, al menos en algunos juveniles. Cola cónica, alargada, con punta levemente aguda. Parte hialina de la cola no definida claramente.
M. arenaria se reproduce mediante partenogénesis mitótica. Las hembras adultas ponen huevos en una envoltura gelatinosa, dentro o fuera de la raíz. Esta masa gelatinosa tiene propiedades celulíticas y forma una cavidad en el interior de la raíz, donde se dispone la masa de huevos, o un canal hacia hacia el exterior, por donde sale la parte posterior de la hembra cuando la postura es externa; además, tiene propiedades antimicrobianas que protege a los huevos de la microflora del suelo. En condiciones de humedad y temperatura del suelo apropiada, los juveniles del segundo estadio escapan del huevo y se desplazan hasta encontrar un hospedero. Se introducen en la planta a través de los órganos subterráneos de la misma y se fijan en la raíz, cerca del periciclo, donde inducen la formación de un sitio de alimentación (células gigantes), que se comportan como células transfers y a través de las cuales el nematodo se alimenta a expensas de la planta; mudan tres veces hasta llegar a adultos. En condiciones de sobrepoblación se incrementa la producción de machos respecto del número de hembras; en este caso, los machos son pequeños. M. arenaria pasa el invierno en forma de huevo, en el suelo o dentro de restos vegetales.

Signos y síntomas / Daños

El daño está representado por las células gigantes y por las agallas que se forman por hiperplasia e hipertrofia de las células de la raiz, provocando una posterior necrosis, lo cual impide una normal absorción del agua y nutrientes por parte de la planta.
Los síntomas más comunes que pueden verse en la parte aérea del huésped son: clorosis, debilitamiento, enanismo, marchitamiento. Comienzan generalmente en plantas jóvenes.

Condiciones predisponentes

M. arenaria es una especie termófila, no sobrevive en suelos con temperaturas menores a 10° C y los juveniles emergen del huevo a temperaturas mayores de 15°. La temperatura media óptima para su desarrollo es de 24 °C y es una especie rara en áreas con temperaturas medias de 3 °C.

Bibliografía que sustenta la condición fitosanitaria de la plaga
  • Doucet, M. E.; 1999. - En: Nematodos del suelo asociados con vegetales en la República Argentina.. - Serie de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria N° 24. - ISBN/ISSN: ISBN 987-9366-14-3
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