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- Plaga Cuarentenaria Ausente
Ciclo
Los hábitos de oviposición son diurnos, especialmente hacia las primeras horas de la mañana y al final de la tarde, evitando los rayos de sol, también es frecuente observar la plaga en el campo durante los días opacos. La hembra oviposita preferencialmente en los tercios superior e inferior del fruto, en la cámara floral del frutillo en la época del llenado y cosecha del fruto. La larva abandona el fruto aproximadamente a los 15 días y se encierra en el suelo para empupar, de donde emerge el adulto, el cuál después de la cópula infestará nuevos frutos.
Huevos: Son de color blanco, de 1 a 1,5 mm de largo, de forma alargada y ahusada en los extremos y ovipositados en pequeños grupos o en masa. Eclosionan a los 3 a 5 días posteriores a la postura.
Larvas: Son vermiformes, ápodas y de color blanco amarillento ahusadas. En el último estadio se puede observar la masa encefálica de un color más oscuro
Pupas: es una cápsula de forma más o menos cilíndrica, de color marrón rojizo (Figura 2D), de una longitud de 4 a 5 mm.
Adultos: son de tamaño pequeño, de 12 mm de extensión alar y 5-6 mm de longitud de cuerpo, y de color negro oscuro. El tórax está cubierto con abundante micro pubescencia. Una característica resaltante son las alas, donde la nervadura coaxil presenta ligeras manchas de color negro que caracterizan a esta especie. El abdomen es de color negro. La hembra presenta un ovipositor poco conspicuo, pequeño, flácido y pubescente, por lo que necesitan ranuras, intersticios y/o hendiduras de las brácteas florales o el centro del "frutillo u ojo" para dejar sus posturas. Los adultos tienen una característica resaltante en las alas que permite reconocerlos fácilmente y es una franja oscura en el borde de la vena costal, la cual se extiende hasta un poco después de la denominada vena media. Asimismo, tienen una mancha oscura a la altura de la vena radial media. El adulto mueve permanentemente sus alas, con desplazamientos horizontales dirigidos hacia la cabeza. Las hembras se vuelven más activas en busca de los lugares de oviposición.
Los síntomas y daños de M. viatrix pueden ser externos e internos. Ello dependerá de los cultivares, la presencia o no de los hongos responsables de la "mancha del fruto" y el momento de ataque al fruto.
En cultivares de fruto con cáscara de color oscuro no se observan síntomas externos y solo se sabe que están dañados al cortarlos y ver la pulpa. En cambio, en frutos con cáscara de color claro (amarillo, verde amarillento) y con un grado de madurez 3, 4 y 5, se observan síntomas externos de maduración irregular que se ha denominado "maduración tipo mosaico", porque el fruto, externamente, presenta áreas verdes no maduras y áreas maduras de color amarillo. Las áreas verdes corresponden a zonas de oviposición e inicio del daño de las larvas y las áreas de color amarillo son zonas sanas, de maduración normal.
Si la "mosca" oviposita en frutos en desarrollo, las larvas de los primeros estadíos migran dentro de la pulpa, principalmente por la zona del exocarpo de los frutillos, produciendo micro galerías que se necrosan por la presencia del complejo fungoso. Luego se juntan y forman lo que se denomina "mancha con galerías".
Si la oviposición se produce en frutos de mayor desarrollo, las larvas se alimentan de la pulpa, barrenan el fruto y llegan hasta el corazón de la fruta. Las manchas con galerías se juntan con los otros tipos de manchas, formando un complejo de manchas, sin patrón definido y terminan dañando totalmente la fruta.
Cuando el insecto oviposita cerca de la cosecha (fruta pintona), las larvas no favorecen la presencia del complejo fungoso y básicamente se alimenta en la zona cercana a la cáscara del fruto. La pulpa afectada no presenta ningún tipo de mancha y las larvas son imperceptibles para el consumidor común.
