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- Plaga Cuarentenaria Ausente
Los huevos son depositados en grietas del suelo. La temperatura más favorable para la eclosión de huevos de I. rubriccps, es de aproximadamente 20°C con el límite inferior entre 10 y 15° y el límite superior justo por debajo de 25°. A 20°C, la eclosión se produce en 12 días. A esta temperatura, el número medio de huevos puestos por hembra es de 230 (los estudios realizados muestran un rango de 82 a 372).
Se cree que la duración de la vida de las larvas es de al menos 2 años. El número de estadios para I. rubriceps no ha sido determinado.
Las larvas pueden moverse bien, tanto horizontal como verticalmente a través del suelo suelto. Se han encontrado ejemplares hasta 10 pulgadas debajo de la superficie. Sin embargo, las larvas completamente desarrolladas se concentran a 2 pulgadas de profundidad.
La pupa ocurre cerca de la superficie del suelo; este estado dura entre 23 y 29 días a 20°C, en tanto que los adultos sobrevivieron un promedio de 5 días las hembras y 8 días los machos, a la misma temperatura, en condiciones de laboratorio.
Normalmente, dependiendo de las zonas, se da un vuelo en otoño y, en algunas zonas hay un segundo vuelo en primavera.
Morfología:
Huevos: elipsoides, de color blanco opaco cuando están recién colocados y de color ámbar claro cuando se acerca la eclosión, de 0,80 a 0,88 mm de longitud y de 0,22 a 0,27 mm de ancho.
Larva: es de color canela claro, con una cabeza más oscura. Está fuertemente esclerotizada y tiene prominentes setas negras rígidas. La longitud en la madurez es de 7-11 mm.
Las estructuras de alimentación consisten en mandíbulas, una boca que se abre entre ellas y una faringe que funciona como una bomba de succión.
Pupa: La pupa se produce dentro de la última piel de la larva, que se vuelve seca y coriácea. Durante las últimas etapas de desarrollo, los ojos, las patas y las alas del adulto son visibles a través de la piel de la larva.
Adulto: el macho es de color negro, exceptopor las patas, que son amarillentas. Los ojos son contiguos y ocupan la mayor parte de la cabeza. Los ejemplares estudiados mostraron una longitud corporal total media de 6,06 ± 0,26 mm. un ancho torácico medio de 1,49 ± 0,04 mm y una longitud alar media de 5,11 ± 0,29 mm
La hembra adulta es negra, excepto por las patas, que son rojizas, y la cabeza, que es llamativamente roja, especialmente entre los ojos muy separados. Los ejemplares estudiados, mostraron una longitud corporal total media de 8,44 ± 1,41 mm, una anchura torácica media de 1,82 ± 0,15 mm y una longitud media del ala de 6,82 ± 0,43 mm.
En ambos sexos la antena es simple y más corta que la cabeza, las alas son ahumadas con venación variable, el abdomen se estrecha desde el tórax hasta la cola y las piezas bucales son vestigiales.
Las larvas de I. rubriceps, son las responsables del daño directo a las plantas vivas, de las que se alimentan. Con su aparato bucal, penetran e ingieren la savia de las raíces de sus hospederos. En grandes poblaciones, pueden causar debilitamiento, retraso en el crecimiento, atrofia y marchitamiento de las partes aéreas, reducción del rendimiento o incluso la muerte de la planta atacada.
Las moscas adultas no se alimentan; sus piezas bucales son vestigiales. Sin embargo, con frecuencia ocurren en cantidades tan grandes que son una molestia para el hombre al aire libre, en las cercanías del césped infestado.
Esta especie está adaptada a un entorno en el que la temperatura es comparativamente baja. Temperaturas alrededor de 20°C parecen ser óptimas para todas las etapas.
Las larvas pueden sobrevivir períodos extraordinariamente largos de inanición, pero están sujetas a una muerte rápida por desecación.
