Nombre vulgar
Ojo de pavo
Mancha ocular
Cicloconio
Repilo
Sinonimia / Otros nombres científicos / Acrónimos
Spilocaea oleaginea
Cycloconium oleaginum
Tipo de plaga
Hongos y/ó Pseudohongos
Taxonomía: Hongos y Pseudohongos
  • Ascomycota > Dothideomycetes > Venturiales > Venturiaceae
Condición:
  • Presente
Cultivos / Órgano afectado:
  • Olea europaea: Frutos, Hojas
Descripción biológica

Es una enfermedad poco frecuente en los olivares de la franja Subandina argentina debido a que generalmente la humedad relativa del aire es baja, tomando cierta importancia en regiones con condiciones favorables a esta enfermedad. Sin embargo, puntualmente en la franja Subandina, en años con condiciones climáticas favorables, puede causar perjuicios importantes. Este patógeno afecta principalmente hojas, aunque también pedúnculos, pecíolos, frutos y en menor medida brindillas. Ataca preferentemente la parte basal del árbol. La época de infección, en general, es durante todo el año, cuando las condiciones ambientales son adecuadas para la agresión de este agente. Sin embargo, presenta frecuentemente dos picos de infección, uno en otoño y otro al comienzo de la primavera. Por una parte, la dispersión de la enfermedad se realiza a través de los conidios transportados por la lluvia, viento e insectos. Por otra parte, los conidios permanecen vivos durante varios meses, aunque una vez separados de sus conidióforos su viabilidad es menor de una semana. En las hojas caídas al suelo se producen conidios, pero su rol en la epidemiología no es bien conocido. Una vez que estas esporas asexuales entran en contacto con los tejidos del vegetal, germinan con condiciones climáticas favorables. El hongo penetra en forma directa y crece formando colonias ubicadas en el estrato más externo de la pared epidérmica, por debajo de la cutícula. El periodo de incubación oscila entre 2 a 15 semanas en función de la temperatura, humedad relativa y susceptibilidad varietal.

Signos y síntomas / Daños

En hojas, los síntomas se revelan generalmente en el haz. Afecta principalmente las más viejas produciendo pequeñas manchas pardas, redondeadas, de tamaño variable de 1 a 10 mm de diámetro, solitarias o a veces confluentes. El color de la mancha es debido a los conidios y conidióforos originados por ramas miceliares de las colonias subcuticulares. Durante el verano, alrededor de estas lesiones pueden formarse halos bien delineados o también esfumados y difusos con varias coloraciones: amarillentos, rojizos, violáceos, entre otros. Este aspecto de las
lesiones y de los halos, es lo que recuerda a un “ojo de pavo”, dándole así el nombre más tradicional de la enfermedad. Las características de las manchas dependen del cultivar, como también de la edad de las mismas. En las lesiones más viejas, la coloración es blancuzca debido a que se separa la cutícula de la epidermis entrando aire y por refracción de la luz toma este aspecto. En el envés de las hojas, en correspondencia de las manchas descriptas, raramente se evidencian síntomas. Si bien el hongo se desarrolla en su superficie, eventualmente puede penetrar en
el mesófilo cuando entran en senescencia. Además del limbo de la hoja, el patógeno puede atacar pecíolos con manifestaciones escasamente visibles a ojo desnudo, que llevan a una rápida filoptosis. Esta caída de hojas se produce normalmente en las partes bajas del árbol quedando las ramas totalmente desnudas. Por el aspecto que toman, defoliadas, la enfermedad recibe el nombre popular en España de repilo. En frutos los ataques son bastantes raros, y de producirse son generalmente en el periodo cercano a la madurez. En este caso la zona afectada permanece verde más tiempo y presenta una ligera tonalidad marrón debido a las esporas del hongo. Aún así, cuando el ataque se verifica en la etapa de crecimiento, la aceituna aparece deformada ya que deja de crecer en la zona afectada. El ataque en pedúnculo produce la caída del fruto o su momificación. En las brindillas los síntomas se manifiestan como manchas pardas con contornos indefinidos que recuerdan a aquellas descriptas en las hojas.

Condiciones predisponentes

Para la germinación de conidios y fructificación del patógeno, se requiere disponibilidad de agua libre o humedad relativa superior al 98% durante 1 a 2 días y temperatura entre 5 y 25 ºC, con un óptimo entre 18 a 20 ºC. La utilización de cultivares susceptibles es un factor importante en la manifestación de la enfermedad. A tal fin se indican cultivares más conocidos en Argentina, según la susceptibilidad:
1. Cultivares susceptibles: Santa Catalina, Picholine Marroccaine, Mission, Arbequina, Cornicabra
2. Cultivares medianamente susceptibles: Picual, Hojiblanca, Manzanilla, Gordal, Arauco, Coratina, Sevillano, Ascolano, Nevadillo, Empeltre.
3. Cultivares algo resistentes: Leccino, Farga, Frantoio.

Bibliografía que sustenta la condición fitosanitaria de la plaga
  • Cucchi, N.; Becerra, V.; 2015. - En: Manual de tratamiento fitosanitario para cultivos de clima templado bajo riego. - Centro Regional Mendoza San Juan. Ediciones INTA.. - Páginas/s: 349 - ISBN/ISSN: 978-987-521-632-7
  • Gallo, S.; 2009. - En: Relevamientos fitosanitarios en nuevas plantaciones olivícolas del Este de Río Negro. - Comunicaciones - Publicación del Valle Inferior - Diciembre 2009 - Año 19 - N° 62. - Páginas/s: 10-11
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