Fusarium solani

Es un hongo filamentoso perteneciente al género Fusarium, un grupo ampliamente distribuido en suelos y plantas, conocido por su capacidad para ser patógeno en cultivos agrícolas.

Fusarium solani produce dos tipos principales de esporas:

Los conidios (esporas asexuales) son de dos tipos: microconidios y macroconidios. Los microconidios son pequeños, de forma alargada o clavada, elípticos o fusiformes, y se producen en cadenas y racimos. Pueden germinar rápidamente bajo condiciones favorables. Los macroconidios: Son más grandes, en forma de hoz, multicelulares, y tienen paredes delgadas, con 3 a 5 septos. Se desarrollan sobre estructuras especializadas llamadas conidióforos. Estas esporas se dispersan fácilmente en el ambiente por el viento, el agua o por contacto con maquinaria contaminada en la agricultura.

Clamidosporas: Son esporas de resistencia de pared gruesa que se forman en condiciones desfavorables (como falta de nutrientes o sequía). Pueden permanecer en el suelo por largos periodos hasta que las condiciones mejoren. Su capacidad de resistencia es crucial para la supervivencia del hongo entre temporadas de cultivo.

Cuando las condiciones ambientales son favorables (calor, humedad y nutrientes), los conidios y clamidosporas germinan, produciendo hifas, que son filamentos largos y ramificados. Estas hifas crecen activamente en el suelo o en los tejidos de las plantas, y son las responsables del establecimiento de la infección. Las hifas de Fusarium solani penetran en la planta a través de heridas en las raíces, los tallos o el cuello de la planta, o directamente a través de zonas dañadas o estresadas. Una vez dentro, el hongo coloniza los tejidos vasculares y la corteza de las raíces, bloqueando la absorción de agua y nutrientes.

Se reproduce principalmente de manera asexual mediante la producción de conidios. Sin embargo, en condiciones específicas, puede presentar reproducción sexual en forma de peritecios (esporas sexuales)