Tipo de plaga
Insectos
Taxonomía: Insectos
  • Coleoptera > Curculionidae
Condición:
  • Plaga Cuarentenaria Ausente
Cultivos / Órgano afectado:
Descripción biológica

Conotrachelus perseae presenta metamorfosis completa (huevo, larva, pupa y adulto).
Huevo: es elíptico, semitransparente, de 1 mm de longitud aproximadamente, recién puesto es de color cremoso y gris próximo a la eclosión.
Larva: Es de color blanco – amarillento, mide en promedio 10 mm de longitud, de cuerpo carnoso, ápoda, con la cápsula cefálica obscura.
Adulto: De color rojizo a café oscuro, llega a medir de 6,5 a 7,0 mm de longitud. Pronoto muy constreñido en el frente, de forma cónica o subcónica. Pico con la inserción antenal apical; rostrum pubescente en los dos tercios basales.

Las hembras perforan con el rostrum el fruto de palta y ovipositan los huevos de manera individual o en masas de tres a ocho/perforación.
Una hembra oviposita durante su vida un mínimo de 101 huevos y un máximo de 204, con 84 % de fertilidad.
Una vez que emerge la larva, esta comienza a alimentarse de la pulpa del fruto hasta introducirse a la semilla, de la cual también se alimenta y destruye por completo. El número promedio de larvas / fruto es de 5,4, pero se han encontrado hasta 16 larvas por fruto.
Los frutos infestados caen al suelo y una vez que la larva completa su desarrollo sale de la semilla para pupar en cocones a una profundidad de 5 a 10 cm dependiendo de la textura y humedad del suelo, ahí se transforma en adulto, cuya emergencia se da en condiciones de humedad.
Al emerger el adulto, se dirige a la parte aérea de la planta, ya sea caminando a través del tallo o mediante vuelos cortos hacia las ramas bajas del árbol, ahí mismo se aparea e inicia una nueva infestación. Su vuelo es poco activo, de hábito nocturno y durante el día se encuentra en cualquier hueco del árbol o en la hojarasca. Los adultos pueden aparearse inmediatamente después de la emergencia y dañar frutos recién formados Los adultos pueden vivir de tres a cinco meses en el campo.

Signos y síntomas / Daños

Los adultos provocan daños superficiales en ramas tiernas, pedúnculos, flores y frutos; estos últimos pueden ser dañados desde la etapa de amarre o cuajado.
El daño inicia cuando la hembra oviposita sobre los frutos. Después de la oviposición se observan lesiones en forma de media luna, de las que posteriormente aparece la presencia de polvo blanquecino, en la parte apical, media o basal del fruto.
El principal daño es causado por las larvas al introducirse, alimentarse de la pulpa o mancharla y barrenar completamente la semilla.
Los frutos dañados caen de manera prematura.
El daño característico de estos barrenadores es la presencia de polvo blanco en los frutos.