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- Plaga Cuarentenaria Ausente
Las larvas son cilíndricas, blanquecinas y sin patas, generalmente están encorvadas en semicírculo y con una pequeña cabeza marrón. Pasan por cuatro estadios larvales que se pueden distinguir por el ancho de la cápsula de la cabeza. Las larvas completamente desarrolladas miden 6-9 mm de largo.
La pupa es de color blanco amarillento con manchas oscuras en la posición de los ojos y mide 5-7 mm de largo.
El adulto mide 0,7 cm de largo. La parte posterior de los élitros presenta bandas difusas de color marrón rojizo o amarillo rojizo, y blanco. Los élitros también presentan pequeñas elevaciones de color blanco intenso. Cuando se los molesta, los adultos fingen morir y caen al suelo.
Por un lado se distinguen los daños producidos por la alimentación de los adultos de nuevos brotes, capullos, ramitas y hojas tiernas, que producen una pérdida de rendimiento o caída prematura de la fruta.
Por otro lado, el daño de mayor relevancia resulta de las heridas con forma de media luna que producen las hembras al realizar la puesta en la fruta. Este daño hace que la fruta crezca de manera irregular, reduciendo su tamaño o deformándola, provocando su caída prematura y disminuyendo la comercialización de la fruta que no se cae.
Cuando eclosionan los huevos, las larvas comienzan a alimentarse en el interior de la fruta. Al salir de la fruta, las larvas producen unos orificios de salida que también dañan su apariencia.