Botryosphaeria stevensii

La enfermedad comienza a manifestarse en tallos, hojas y racimos. Las hojas presentan signos característicos: son de menor tamaño que las normales, se tornan cloróticas con los bordes curvados hacia abajo, deformadas, tomando aspecto de hoja de malvón, de donde deriva el nombre común con que se conoce la enfermedad. 
Los tallos o brotes del año presentan menor crecimiento y entrenudos cortos. Los racimos son más pequeños, laxos y con frutos de menor tamaño. Los troncos al hacer un corte transversal, se observan zonas del cilindro central con una coloración castaña con bordes más oscuros que indican el avance de la enfermedad. A veces la lesión se presenta por sectores, en otras en el centro del tallo o bien en forma generalizada. 
Los tejidos afectados presentan una consistencia firme o esponjosa y a medida que la enfermedad progresa, se extiende a otros tallos o ramificaciones. La planta se vuelve improductiva y muere. 
También se puede observar en algunas plantas con los síntomas descriptos, el crecimiento de una fructificación de color castaño.
La diagnosis se obtiene realizando determinaciones fitopatológicas en el laboratorio, de los agentes patológicos presentes y analizando la madera, donde se observa la degradación de los tejidos leñosos a partir de cortes de poda o de lesiones de distinta índole. 
En plantas jóvenes se observa menor crecimiento, oscurecimiento de vasos del xilema en el pie de la planta, necrosis en injerto, decaimiento y muerte.