Arhopalus syriacus

A. syriacus tiene el ápice del élitro más redondeado y sus palpos maxilares tienen forma de hacha. Los adultos miden de 1 a 3 cm y son de color marrón rojizo, lo cual los ayuda a mimetizarse en la corteza. Viven hasta tres semanas y aparentemente no se alimentan como adultos. Las hembras sólo se diferencian de los machos por poseer antenas más cortas y por la forma del último segmento abdominal, que en hembras termina en punta y en machos es truncado.
El período de actividad de los adultos abarca desde fines de primavera a mediados de verano. Tienen hábitos crepusculares a nocturnos, momento donde ocurre la cópula y la dispersión. Al igual que otras especies de Arhopalus, las hembras poseen una alta fecundidad.
Luego de la eclosión del huevo, la larva entra a la corteza directamente y comienza a barrenar a través de la zona subcortical. Cuando ocurren grandes infestaciones, las larvas provocan una rápida destrucción de esta zona y los estadios larvales posteriores son forzados a moverse hacia la albura. La larva es barrenadora, casi cilíndrica, achatada en sentido dorso-ventral, de color blanco amarillento y con patas bastante visibles. Las mandíbulas son afiladas y poseen un par de proyecciones oscuras cerca del final del último segmento abdominal.