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- Plaga Cuarentenaria Ausente
Adultos: poseen forma de campana cuando se encuentran en reposo. Sus alas anteriores son, generalmente, de color anaranjadas con manchas oscuras. Miden 2,5 cm. de largo.
Huevos: Son de forma ovalada, generalmente son colocados en la parte superior de las hojas cerca de la nervadura central. Son puestos en superposición o en forma de teja en una masa plana.
La hembra pone de 5 a 100 huevos por masa, con un promedio de 25 huevos.
Los huevos se oscurecen y las larvas emergen alrededor de 2 semanas después de la oviposición.
Larvas: Cuando son jóvenes son de color verde amarillento, pasando al verde más oscuro a medida que crecen.
Las larvas neonatas son verde amarillentas, tornándose gradualmente verde oscuro a medida que alcanzan la madurez.
Las larvas más desarrolladas poseen una línea horizontal oscura y breve en el tórax, inmediatamente detrás de la cabeza y por encima del primer par de patas y miden alrededor de 2,5 cm.
La larva de A. cuneana enrolla y enlaza las hojas al mismo tiempo con hilos de seda, formando un refugio en el cual se alimenta y protege de las aplicaciones de pesticidas. La larva pasa a través de cinco estados y empupa en las hojas enrolladas, estado que dura alrededor de 17 días.
Pupas: Miden de 1,2 a 1,9 cm de largo, inicialmente son de color verde pálido, gradualmente adquieren un color café claro, y se torna café oscuro cuando madura.
La larva de A. cuneana enrolla y se alimenta del borde doblado de las hojas del palto. El daño puede extenderse a los frutos alimentándose superficialmente, cuando éstos están contiguos, causando pérdidas económicas a los productores.
La larva joven de A. cuneana se alimenta sólo en la superficie de las hojas del palto, dejando una delgada membrana marrón o el esqueleto de las venas de las hojas.
La larva desarrollada consume la hoja entera, sin embargo, los árboles de palto adultos pueden tolerar un daño considerable de A. cuneana sin efectos severos en su crecimiento o del rendimiento de frutos.
Las larvas al alimentarse dejan surcos en el fruto. Estos insectos unen los frutos con redes (telaraña) para moverse de un sitio a otro, además son utilizadas como sitios protegidos para alimentarse de la superficie del fruto, entre estas uniones se produce una cicatrización. Se observan exudados azucarados blancos a menudo cerca del daño por alimentación. Todo esto se traduce en una severa disminución de la calidad del fruto y un aumento de descarte de los mismos.
